¿Nunca se ha imaginado usted que un viaje turístico pueda convertirse en una temporada en prisión?. ¿Puede ser esto posible o se trata solamente de un tema para ser incluido en un filme que nadie sabe si considerar un tema policiaco o de ciencia ficción?. ¿Ha pensado usted alguna vez que lo que puede en estos momentos considerar como un hecho imposible o improbable, pueda convertirse en una dura realidad?. ¿Qué hacer entonces?. Cuando hacemos la maleta para irnos de vacaciones a algún lugar, nuestra mente no puede considerar la posibilidad que lo que imaginamos como un viaje fantástico pueda terminar como un filme de terror. La mayor parte de las veces, sólo tenemos en nuestras mentes exóticas playa, palmeras, bebidas coloridas, hermosas cascadas o frondosos bosques. En esos momentos nadie puede pensar en pasaportes, visas, documentos, costumbres del país al que vamos a viajar, lo que podemos o no podemos llevar en nuestro viaje y muchas veces optamos por leer el código penal del país al que vamos a viajar. ¿A quién se le ocurriría habiendo sacado unas maravillosas vacaciones, leer el código penal de un paraíso terrenal como el de Dubai en el que los hoteles sobrepasan las 5 estrellas?. La respuesta es más que sencilla: nadie en su sano juicio se tomaría el trabajo de conocer las leyes de cada país al que viaje de vacaciones, a no ser que su profesión sea precisamente la de abogado .
La realidad es que cada país es un mundo, cada lugar al que vamos tiene su idiosincrasia, sus leyes , su código penal , y el hecho de no tener conocimiento de cada una de las leyes del país que vamos a visitar no impide que si cometemos en el mismo un hecho que sea considerado como delito, la ley no caiga sobre nosotros con todo su peso.
Admitir tranquilamente "yo no sabía que aquí esto era considerado un delito" no nos salvará nunca de ser detenidos , apresados o de que se nos establezca una sanción.
Pero indudablemente, cuando ya el delito ha sido cometido, no quedan muchas opciones. Por esa razón, aún si desconocemos el motivo de nuestra detención, antes de hablar, o de intentar defendernos por nosotros mismos admitiendo que hemos hecho algo por desconocimiento que en el país en que nos encontramos es considerado un delito, siempre es preferible solicitar los servicios de un abogado penal .
Incluso si nos encontramos en un país en el que nuestro idioma no es precisamente la lengua del país, nuestra mejor opción es permanecer callados ante las preguntas que nos realicen, y por todos los medios lograr que se comuniquen con el Consulado de nuestro país para informar que hemos sido detenidos y para que se nos asigne un abogado penal que hable nuestro idioma o se nos asigne además un intérprete, de forma tal que podamos comprender sin dudas los motivos por los cuales hemos sido detenidos .
Es necesario que entendamos que son precisamente los abogados penales las personas que día a día se enfrentan a las cortes judiciales con problemas que pueden ser muy similares al que nos ha tocado enfrentar.
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Los abogados penales son los que conocen al pie de la letra las leyes . Por su propio trabajo, son ellos los encargados de servir de mediador con las autoridades que nos hayan detenido, y por ende, serán las personas indicadas para hacernos entender el motivo de nuestra detención, podrán acceder a los testigos de la fiscalía para interrogarlos, podrán indagar sobre los procedimientos que se tuvieron en cuenta para proceder a nuestra detención y a la vez tendrán la posibilidad de ponerse en contacto tanto con el consulado de nuestro país así como con nuestros familiares, de forma tal, que no nos encontremos incomunicados.
Es importante, que si en algún momento de nuestras vidas, nos toca pasar por esta difícil situación de ser detenidos lejos de nuestro país, aún, cuando nuestro primer pensamiento sea "como ha sido posible que lo que iban a ser unas vacaciones perfectas se hayan convertido en un filme de horror sin sentido para nosotros", nos centremos en que nuestro único objetivo es demostrar nuestra inocencia y que podamos ser liberados para regresar pronto a casa.
Recuerde además, que en esos momentos optar por "gritar" nuestra inocencia, mostrarnos agresivos o insultar a los que nos han detenido, no será precisamente de gran ayuda para nosotros. Nuestra libertad y el regreso a casa, se encuentra en manos de personas que por sus conocimientos y la actividad laboral que realizan, tienen que lidiar con estos temas de "turistas presos en el extranjero " básicamente todos los días. No somos los primeros ni seremos los últimos que afrontemos un problema de este tipo. En algunas ocasiones será algo sencillo, otras veces, un poco más complicado, pero en caso que sea usted turista y haya sido detenido en el exterior, déjese guiar por profesionales.