Derecho comercial Italia

El Derecho Mercantil como rama jurídica ha evolucionado paralelamente al auge de la actividad comercial, objeto de su regulación, para dar respuesta a sus necesidades, y actualmente es que ha alcanzado un desarrollo extraordinario y un alto grado de perfección técnica. Sin lugar a dudas su desarrollo ha permitido estrechar las fronteras e intercambiar productos, aumentar el patrimonio de los entes privados que realizan la actividad comercial así como el ingreso monetario a los fondos del Estado. Su perfeccionamiento ha sido tarea de los juristas durante siglos, quienes han modificado y perfeccionado el sistema comercial en aras de un mayor desarrollo económico. Si eres un empresario mercantil o un comerciante en Italia emprendiendo una empresa, necesitas urgentemente de la asesoría de un abogado, él te indicará en todo lo referente a los asuntos legales, de manera que los estatutos de tu sociedad sean conforme a la ley italiana, se realice una correcta inscripción en el Registro y tramite todos los documentos correspondientes. En el presente artículo te ofrecemos la información que necesitas para conocer a profundidad la labor del abogado de Derecho Mercantil en Italia y las generalidades de este derecho tan particular.

¿Cómo surge este Derecho Mercantil? El derecho comercial surgió mucho después del derecho civil, como consecuencia de la incapacidad de este último para regular las nuevas relaciones de la circulación comercial o mercantil que no se había desarrollado en ese grado en la Roma antigua, ni durante el imperio bizantino o justinianeo.

¿Por qué en el mundo actual se le concede tanta importancia al Derecho Mercantil? El movimiento de mercancías de un país a otro se ha convertido en una necesidad imperante, ya no se concibe que no se exporte e importe distintos tipos de productos con el fin de abastecer y mantener la oferta en el mercado nacional, así como lograr un beneficio económico y las sociedades mercantiles son el instrumento más apropiado para la actividad económica, al tiempo que sirve para facilitar la concentración empresarial y del poder económico a través de la constitución de grupos y de uniones de empresas.